EXPANSIÓN. El Instituto Nacional Electoral (INE) experimentó en diciembre una significativa pérdida de miles de años de experiencia acumulada, debido a la salida anticipada y voluntaria de 460 trabajadores, quienes decidieron retirarse ante la reforma electoral que se avecina.
La posible centralización de las funciones de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) en el INE –una propuesta impulsada por Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum– junto con la expectativa de una sobrecarga laboral adicional fueron factores clave en la decisión de algunos empleados para solicitar su retiro.
A esto se sumaron los recortes presupuestales y el riesgo de un deterioro de las condiciones laborales, mismos que aumentaron la incertidumbre sobre el futuro del INE y provocaron que se elevara la cantidad de solicitudes de retiro voluntario.
El instituto anticipó un techo financiero de 100 millones de pesos para el pago de la Compensación por Término de la Relación Laboral. Sin embargo, la demanda de trabajadores que decidieron irse rebasó esas expectativas, lo que llevó a que la bolsa se incrementara a 350 millones de pesos.
A pesar de este aumento en los recursos disponibles, el organismo electoral no tuvo suficientes fondos para cubrir las liquidaciones de todos los trabajadores que solicitaron su salida. Como consecuencia, más de 500 empleados que lo solicitaron no pudieron retirarse.
Entre los que decidieron dejar el INE a finales de este año destacan funcionarios de mandos altos, responsables de áreas clave como prerrogativas y partidos, capacitación electoral y la unidad de lo contencioso electoral.
Es el caso de Claudia Urbina, directora ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos, María Elena Cornejo, directora de Capacitación Electoral y Educación Cívica, y Óscar Vela, subdirector del Procedimiento Ordinario Sancionador, quienes eran piezas clave dentro del INE.
El consejero Uuc-kib Espadas comentó sobre la magnitud de la pérdida: “Estamos hablando de miles de años-persona de experiencia que dejamos de tener. Eso no es sencillo para ninguna institución pública o privada. Vamos a extrañar mucha de esa experiencia acumulada.”
El consejero Jaime Rivera destacó que aquellos que dejaron el Instituto contaban con al menos una década de experiencia en el ámbito electoral.
"Su especialización en la materia y la vasta experiencia acumulada a lo largo de los años fueron fundamentales para enfrentar los retos, obstáculos y dificultades que ha atravesado la función electoral, tanto en la historia del Instituto Federal Electoral (IFE) como del INE, desde su creación como autoridad electoral", señaló.
Por su parte, la consejera Claudia Zavala recordó que el personal que dejó el INE no solo estaba asignado a las oficinas centrales en la Ciudad de México, sino que también incluyó a expertos de los órganos desconcentrados, como las juntas locales y distritales.
Estos servidores públicos brindaron su esfuerzo a la institución durante largas y arduas jornadas de trabajo. Sin embargo, creo que deben irse con la satisfacción del deber cumplido, pues el INE siempre ha dado resultados y ha superado grandes retos"Consejera Claudia Zavala
Según la consejera Dania Ravel, los trabajadores que dejaron el INE son "parte fundamental de la historia de la construcción democrática" de México, ya que su labor fue crucial en el proceso de consolidación de las instituciones, la profesionalización del Servicio Electoral y la garantía del derecho al voto libre para millones de ciudadanos.
"Han sido testigos y protagonistas de transformaciones clave en la vida electoral del país, desde la autonomía del IFE hasta la consolidación del INE", agregó Ravel.