PROCESO. El expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, aseguró que la bandas criminales en América Latina se están apoderando del Estado y pretenden reemplazar sus funciones claves.
Además, defendió la efectividad de la estrategia de combate al crimen que aplicó en Michoacán cuando fue mandatario federal y que, dijo, se abandonó y por eso el estado está en medio de la “tragedia”.
Durante su participación en el 15 Foro ABECEB, realizado en Buenos Aires, Argentina, el pasado 7 de noviembre, el exmandatario panista habló sobre la crisis de lo que llamó “la captura del Estado” por parte del crimen organizado.
“El problema para mí no es la droga en sí misma, obviamente es una variable fundamental del problema; el problema es que las bandas criminales en América Latina se están apoderando del Estado y están reemplazando o pretendiendo reemplazar funciones del Estado claves que eran monopólicas”.
Explicó que esas funciones son “el monopolio de la fuerza pública, el monopolio de dictar las normas o hacer leyes, a veces el monopolio de la justicia y sobre todo, el pago de impuestos”.
En su exposición, el exgobernador de Michoacán aseguró que en México, como “en muchas partes de América Latina” hubo un “cambio de modelo criminal” que no se ha analizado con detenimiento.
Según su argumentación, con el incremento del ingreso medio de las sociedades, creció la canasta de consumo en general, pero también de droga.
Con ello, dijo, los criminales cambiaron su modelo de negocio, ya no solo para exportar droga a Estados Unidos, sino para distribuirla en el territorio nacional. “En el nuevo nuevo mercado, la clave es controlar el territorio” para controlar su punto de venta.
“Por esta razón empiezan a sobornar al policía de la esquina y luego al comandante de la policía y luego al alcalde y luego al gobernador y luego hasta Estados completos”, agregó.
Según Calderón Hinojosa, la disputa del territorio para distribuir la droga “hace esa lucha tan violenta y tan brutal”.
Ante ello, el exlegislador afirmó que se necesita “hacer un Estado mucho más capaz, mucho más confiable, mucho más eficaz, fiscales, jueces, policías, mucho más eficaces para este nuevo flagelo de América Latina”.
Según el expresidente Felipe Calderón, “el verdadero negocio del crimen organizado es la extorsión, es decir, una vez apoderado del Estado, el crimen organizado lo que hace es cobrar rentas” a quienes tienen negocios ilegales como prostitución, narcotráfico, migración y piratería.
La razón: “porque la víctima de extorsión en un negocio ilegal no puede pedir la protección del Estado porque está en la ilegalidad”.
Y advirtió: “cuando se deja que ese negocio criminal avance y capture al Estado completo, ya no solo las víctimas de un negocio ilegal no pueden pedir la protección del Estado; nadie la puede pedir porque los criminales son el Estado. Esa es la tragedia que en Michoacán está pasando”.
El creador de la llamada “guerra contra el narco” que dejó miles de personas muertas durante su sexenio (2006-2012) agregó: “Yo lancé, efectivamente, una ofensiva contra el crimen organizado para expulsar a las organizaciones criminales del Estado. Lo logramos en buena medida, a pesar del sabotaje de los gobiernos locales”.
Siguió: “Cuando yo salí, se abandonó esa política, se dejó que los criminales se volvieran a crecer, se apoderaron del Estado y el líder de los limoneros que lo extorsiona el crimen organizado, organizó, pidió la protección del Estado; el gobierno de entonces no lo apoyó y lo mataron”.
Once años después, agregó, “su hijo hizo lo mismo y hace 15 días lo mataron también”, (en referencia a Bernardo Bravo); y el sábado, el alcalde (en referencia al presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo)”.
Felipe Calderón cerró su participación con una advertencia: “La mayor amenaza de nuestros pueblos es el crimen organizado y tenemos que recomponer con una verdadera política de Estado, llevar a otras dimensiones nuestras instituciones de seguridad, de justicia, que puedan enfrentar este mal y que, a la vez, den paso al desarrollo, porque la única variable determinante del progreso es el Estado de Derecho, de que la ley se cumpla y se haga cumplir”.